Eneatipo o Eneagrama tipo 4

El cuatro es el eneatipo más artístico de todo el eneagrama. Somos los más sufridos, sufridores o insufribles, como dice Claudio Naranjo en su libro 27 personajes en busca del ser.

Tenemos un sentido artístico más desarrollado, así como un sentido estético. Pertenecemos a la triada del sentimiento, junto con el 2 y el 3. Somos el patito feo del eneagrama, los que nos sentimos incompletos. Continuamente nos movemos en la comparación, nos fijamos en lo que tiene el otro que nosotros no, olvidando por completo que tenemos nosotros que ellos no tienen. Románticos pensamos que solo estaremos completos cuando encontremos a nuestra media naranja, lo trágico suele venir cuando la encontramos, entonces pensamos que no es suficiente, puesto que ¿cómo alguien bueno o válido se va a enamorar de nosotros? y entonces empiezan los problemas de pareja, si el otro se va, entonces empezamos a echarlo de menos, si se queda, nos aburrimos.

Nuestra pasión es la envidia, pero la envidia como elemento de comparación continua, pudiendo ser bastante destructivo, no basta con tener lo que el otro, el otro es que no ha de tenerlo. Lo cual nos asegura, un papel relevante en las películas de Disney, en muchos casos como brujas.

Dicen que surgimos de haber sentido el abandono materno, es frecuente que debido a la enfermedad de un hermano mayor (este fue mi caso).

Lo que no me gusta de ser un 4

Para mí el principal problema es la exageración, el hacer de un grano una montaña sobre todo en lo negativo, en lo positivo tiendo a lo contrario, aunque sea una montaña la hago un grano, le resto importancia.

Tiendo a ir contracorriente, si en el entorno hay buen ambiente, tengo pensamientos del tipo ¿cómo pueden estar así ? con todos los problemas que hay. También al contrario si todos están mal, también me da, por irme al otro lado de la polaridad y pensar que tampoco es para tanto. Al final, da igual, es llevar la contraria, pero sobre todo para sentirme diferente.

No somos buenos socialmente hablando, somos más de pequeños grupos y de amistades profundas.

Nos movemos en los pensamientos, somos poco prácticos, lo cual dificulta mucho nuestro proceso de sanación, porque las cosas no se hacen solas, ya sea la meditación, la danza, la escultura o ir al sicoterapeuta, hay que hacerlo, salir del plano de las ideas. Es por eso por lo que sanamos en el eneatipo 1, en el hacer y la disciplina.

Especialismo o elitismo, pensamos que somos diferentes del resto, que nadie nos entiende y nos comprende, lo cual al final lo único que cosigue es aislarnos. Como decía Carolina, mi sicoterapeuta, «todos somos mitad hijos de Dios, mitad hijos del diablo» (ella utilizaba otro término más vulgar) 🙂

Lo que sí me gusta.

En lo que sí somos buenos es en empatizar, sabemos ponernos en la piel del otro, lo cual hace que seamos buenos terapeutas o consejeros.

La tendencia artística, somos capaces de ver más colores que el resto, vemos muchas tonalidades en la vida y nuestra capacidad de emocionarnos también tiene sus ventajas, no creo que nadie haya disfrutado como yo viendo Las Horas.

El creernos incorrectos tiene una ventaja, que tendemos a tener una vida espiritual mayor, a una búsqueda lo que nos hace estar más cerca de librarnos de esta máscara que nos ponemos.  En cualquier caso, es bueno, ser práctico y no pensar que es trabajo del terapeuta el sacarnos de nuestro estado emocional, el trabajo es nuestro.