Llamamos a la zona de confort de una forma muy peculiar, es una zona de miedo, dado que es una zona donde estamos cómodos, pero en muchos casos infelices.
El martes estuve en la sicoterapia y me salio una vocecilla que decía «quédate donde estas, que no está tan mal» y ahí, pillé un personaje muy poderoso de los que tengo, un personaje que me ha limitado toda mi vida, al menos como adulto, puesto de que pequeño si experimentaba, si me lanzaba a ir a cazar ranas, meterme con velas en los armarios y un largo etc, entonces, algo pasó, siempre pensé que una bronquitis bastante fuerte, que requirió oxigeno y me impidió correr durante mucho tiempo, me levantaba a media noche y no podía respirar, me asfixiaba.
En cualquier caso este personaje es muy frecuente en nuestra cultura «más vale malo conocido que bueno por conocer» y claro ahora entiendo muchas cosas:
- He preferido quedarme en un trabajo más de 5 años, porque me trataban bien no porque me hacía feliz.
- Me puse la ortodoncia con 38 años
Y no son los grandes actos los que me preocupan, porque aquí es cierto que hay peros y contras importantes (y pros), pero ¿qué pasa en mi día a día? Si intento pasar desapercibido, no es porque no quiera destacar en mi trabajo, es este puñetero personaje, que me dice que me quede como estoy. Y claro, si parto de la base de que no soy feliz, el quedarme como estoy, es una estupidez como una catedral. Qué consigo así, frustración, y sé que saco un beneficio de alguna forma, de ahí que mantenga el patrón y aún así, me resulta complicado, más allá de que sobrevivo (que quizás es algo que tenemos grabados todos los seres humanos)
Gracias al eneagrama se que el 4 sana en eneagrama 1, en el hacer, alejándome del mundo de las ideas ( creatividad no es imaginación).
Pero el miedo domina mi vida, puesto que esta zona de confort, que debería llamar zona de miedo, hace que no tenga una vida feliz. Entiendo que hay jaulas de oro de las cuales no queremos salir, pero mi jaula, es un cobertizo, y dada mis aspiraciones estéticas, un cobertizo no cumple mi objetivo. He pasar al hacer, al experimentar, a meterme con velas en el armario y ver un nuevo amanecer, a cazar ranas en un sitio desconocido, porque puede salir mal, pero al menos mientras lo hago sea feliz.